A los pueblos de México y del mundo
A los medios de comunicación nacionales e internacionales
A la sociedad civil nacional e internacional
A los organismos de derechos humanos
A la población en general
A las familias, maestras
y maestros
Las mujeres originarias de Comalapa, Chicomuselo, Ejido Emiliano
Zapata y Bellavista del Norte queremos expresar nuestra angustia, incertidumbre,
inseguridad, impotencia y coraje ante las reformas estructurales que están
realizando las autoridades del país; reformas que afectan directamente a
nuestras comunidades, ejidos, ciudades, municipios, estado y nación, pues no
traen beneficios para nosotras sino, por el contrario, violencia,
vulnerabilidad y pobreza. Queremos denunciar que estas reformas están hechas para
beneficiar a los ricos y empobrecer más al pueblo.
Actualmente vivimos en un Estado sin derecho, donde el que tiene
dinero es quien tiene el poder, toda vez que las autoridades locales, estatales
y nacionales no se preocupan por el aumento de la violencia generalizada que se
está dando, y especialmente la violencia de género y feminicida que nos agrede
directamente a las mujeres, forzándonos a vivir una situación de inseguridad
que nos expone a asesinatos, feminicidios, robos, secuestros y violaciones
sexuales; así mismo, problemas como el aumento del alcoholismo y la drogadicción,
la violencia intrafamiliar, las lesiones personales, los altos índices de
criminalidad, aunados con el aumento de la pobreza, crean condiciones indignas
para nuestras vidas.
Nos vemos enfrentadas también al despojo de nuestras tierras y
territorio, por parte de empresas transnacionales que desean acaparar los
recursos naturales y las riquezas de la Madre Tierra con la complicidad del
Estado, el cual ha concedido para explotación y extracción gran parte de
nuestros suelos, sin tener en cuenta que somos nosotras, las comunidades
campesinas e indígenas, las legítimas dueñas de los territorios y por tanto se
debe respetar nuestra tenencia de estos.
Ante todas estas violaciones a nuestros derechos humanos, las
autoridades esperan manipularnos y controlarnos a través de programas como la
Cruzada contra el Hambre, entre otros. Es por esto que en vez de generar
políticas que nos beneficien y garanticen nuestros derechos, lo que estamos
presenciando son ajustes y reformas injustas, que buscan privarnos del derecho
a la educación, a la salud, al trabajo, y todos los derechos necesarios para
gozar de una vida digna. Estas reformas buscan privatizar las empresas y
servicios públicos, generando más pobreza y aumentando la desigualdad social y
económica en México.
Están permitiendo también la entrada a nuestras comunidades y
municipios de empresas financieras dedicadas a otorgar créditos, así como de casas
de empeño y negocios que abusan de las necesidades que existen en este tiempo de
crisis, y especialmente de nuestra falta de recursos económicos para comprar
las cosas que necesitamos para sobrevivir. De igual manera, las altas tarifas de la luz siguen
siendo un problema grave en nuestras comunidades, a pesar de que repetidamente hemos
denunciado esta situación. Hasta el momento no hemos recibido ninguna respuesta
a nuestras demandas y prevemos que este problema sólo se agravará a partir de las
reformas estructurales que se están tratando de implementar desde el gobierno,
en vista de que ya están entrando a nuestras comunidades los medidores
digitales, lo cual es una muestra clara de lo que implica la privatización.
Ante esta situación inaceptable, que viola nuestros derechos a la
seguridad, a la protección, a la información, a la justicia, a la vida, a la
educación, a la salud, a una vida digna y a una vida libre de violencia, las
mujeres de Chicomuselo, Comalapa, Ejido Emiliano Zapata y Bellavista del Norte EXIGIMOS:
- Que las autoridades de los diferentes niveles pongan un alto a la impunidad que existe y asuman su responsabilidad ante el aumento de la violencia.
- Que se garantice el respeto y reconocimiento a nuestros derechos humanos como mujeres, reconocidos ampliamente en las leyes nacionales e internacionales.
- Justicia para las mujeres que son víctimas de violencia feminicida y feminicidio. Alto a la impunidad.
- Alto a la corrupción y abuso de poder por parte de las autoridades de los tres niveles.
- Alto a la entrada de empresas financieras que se dedican a otorgar créditos y a las casas de empeño.
- Alto al despojo de nuestra tierra y territorio, acciones avaladas por personal de los ayuntamientos y del Estado.
- Alto al saqueo del territorio, a la explotación de las minas que se está dando en nuestros ejidos y comunidades de Chicomuselo.
- La derogación de las reformas estructurales neoliberales que no nos benefician en nada a las mujeres y a los pueblos, y en cambio aumentan la violencia, especialmente la feminicida, afectando la seguridad y vida de las mujeres.
Manifestamos así mismo nuestra solidaridad y apoyo a la lucha de las
maestras y maestros de todo el país, quienes luchan y se resisten ante las
reformas estructurales que se están generando.
Hacemos un llamado a todo el pueblo mexicano a informarnos bien de la
situación actual del país, puesto que es hora de organizarnos y levantar la
voz, de resistir y defender nuestros derechos. Ya basta de tanto control por
parte de las autoridades!
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